Continuo con las anécdotas que me llevarán a aconvertirme un dia de éstos en un abuelético y entrañable Monpablo. "Martaaaa, porta'm una Koka-Kòòòla, si us plau, maka".
Os explicaré como la mala suerte se descojonó de risa conmigo en el Campionat Social Semiràpid Sant Martí 2001. Parecía que habría un triple empate entre Pablo, Luis y yo, pues nos habíamos ganado mutuamente, pero Pablo se dejó medio punto por ahí y Luis y yo acabamos empatados en el primer puesto. Entonces ocurrió la tragedia Kafkiana. Yo tenía dos desempates de tres posibles a mi favor y uno en contra cuando había que elegir una mano inocente. Yo mismo escogí a Eva Piñero y sellé mi destino pues sacó el papelito de Luis, proclamándole campeón. ¡¡¡Aaaaargh!!!, no podía ser pero ocurrió. En ese momento aparecieron sobre mis hombros un ángel y un demonio. El demonio se parecía al Fary y quería que estrangulara a la niña colonera (como Luis en aquella época) que había (segun él) iniciado un amaño al más puro estilo soviÉTICO, pero el ángel (que se parecía a Céline Dion) me dijo: "No le hagas nada malo a la niña, mira que bonita es. Además su padre es Karateka".
Decidí hacer caso al ángel Dionero y felicité a Luis que riéndose sin mala uva me dijo:"Qué putada, tio". Posteriores investigaciones han comprobado que Luis Sánchez ha "Criado" con los años, una suerte de inmunidad en los desempates. Y si no que le pregunten a Pablo. A ver si un dia escribes algo de esto en tu blog, titi...
4 comentaris:
Saba, luego te quejas de que el personal se mete con Celine y tú la vas sacando a la mínima...
je je no pasa nada
Te recuerdo que exactamente no fue así Saba. Yo había ganado a Luis y ganandote a ti, era el campeon. Pero despues de ganarte pieza, me entro un letargo mental y acabaste robandome la partida al más puro estilo pistolero. Esa victoria te supuso poder empatar a puntos con Luis y yo me quede tercero a medio punto vuestro. Despues vino lo que si has contado bien sobre el desempate.
Cierto Monpablo pues jugamos en la última ronda. O ganabas tú o Luis y yo empatábamos, dando por hecho que Luis ganaba la última. En ningún caso podía haber triple empate.
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